martes, 17 de junio de 2008

Dinero para viajar

Uno de los temas más delicados, o al menos el que más me preocupa antes de empezar, es el del dinero. No me refiero al presupuesto que, así a ojo, ya tenemos calculado, sino a la forma de manejar los asuntos económicos durante el viaje.

Está claro que lo primero es hacer cuentas y dejar en el banco el dinero suficiente para afrontar los gastos que, lamentablemente, vamos a seguir teniendo en "casa".

A continuación, tienes que asegurarte de que te queda saldo para cubrir el presupuesto con cierto margen. Lo ideal sería tener algún ingreso mientras estás fuera, ya sea trabajando, vendiendo algo o alquilando el piso, pero no siempre se tiene tanta suerte.

Por último, hay que cerrar asuntos más prácticos como la forma de manejar el dinero. Internet nos ofrece la posibilidad de controlar las cuentas bancarias y hacer transferencias de forma casi inmediata, gracias a la banca online.

Pero no se puede vivir sólo con los bancos, hace falta efectivo. Sería muy poco prudente llevar todo el dinero encima, por el peligro que supone depender única y exclusivamente de no perderlo y de no sufrir otros percances más graves.

Si vas a residir una temporada en un país, se puede estudiar la opción de abrir una cuenta corriente allí y hacer un ingreso importante al principio o ir transfiriendo dinero desde tu lugar de origen.

Pero si te vas a mover de un sitio a otro, como es nuestro caso, la cosa se complica. Dejando a un lado los cambios de divisa al cruzar cada frontera, se hace necesaria una forma fácil e internacional de obtener efectivo. Tenemos fundamentalmente 2 posibilidades: cheques de viaje y tarjetas de crédito o débito.

Al principio parece que los cheques de viaje son una buena elección, puesto que sólo tú los puedes cobrar (disminuye el riesgo en caso de robo o extravío) y los bancos te venden que apenas tienen gastos. Pero la realidad es que luego resulta difícil encontrar un lugar para canjearlos y terminan saliendo caros, ya sea por la comisión del banco receptor o por el cambio que te aplican, que por supuesto beneficia a los de siempre.

Si pasamos a las tarjetas de plástico, en general hay pocas diferencias entre las distintas entidades, e incluso entre las opciones de débito y crédito. La comisión por disposición de efectivo en cajeros del extranjero suele rondar el 4%, con honrosas excepciones: CAI, 3%; Ibercaja, 3%; ING, 2%!! (requiere cuenta nómina). Si tienes menos de 30 años es muy interesante la Gazte Kutxa, que al parecer sólo cobra 1€ por cada retirada, independientemente del importe.

En cualquier caso, se suele compensar esta comisión con las pérdidas que se sufren cada vez que se hace un cambio de moneda. Como ventaja, prácticamente en cualquier país del mundo y a cualquier hora del día encontrarás un cajero para obtener billetes locales, sobre todo con una Visa en el bolsillo.

A la hora de pagar en comercios las diferencias son aún menores. Puedes esperar alguna comisión en función de la normativa del país en el que te encuentres... y de la picaresca de quien te está cobrando. Y también es probable que el banco te incluya un pequeño porcentaje en concepto de cambio de divisa. El principal problema es que no siempre se admite el pago con tarjeta.

En caso de elegir las tarjetas para viajar, es imprescindible llevar varias para evitar una catástrofe si se pierden o se estropean. Las de American Express y alguna Visa Oro disponen de un servicio rápido de reposición en cualquier lugar del mundo. A poder ser, conviene también mezclar los distintos tipos (débito y crédito, Visa y Mastercard,...) y usar cada uno cuando más convenga.

Ni que decir tiene que hay que tomar otras medidas de seguridad como apuntar en un papel aparte los números de teléfono para cancelarlas, fijarse bien en los recibos que se firman, ir controlando los pagos que llegan a la cuenta,...

miércoles, 11 de junio de 2008

Aunque parezca mentira, estresados

Ya suponía que según se fueran acercando los últimos días, los nervios y el estrés irían en aumento. Lo que no me podía imaginar es que por culpa de un crucero (qué bien nos vendrá un poco de relax!!) íbamos a estar tan ocupados a 20 días de salir: despedidas con amigos y familiares, visitas al hospital y al médico, trámites en tráfico, bancos y más bancos, fotocopias, seguros de viaje, tarjetas de crédito, compras, "escanéame esto", más vuelos (cómo no!), el botiquín, huelgas que impiden a nuestros pasaportes volver, dormir poco, un planning para los preparativos!!,... Ahora recuerdo por qué me quiero ir.

viernes, 6 de junio de 2008

De aperitivo, un crucero

La candidatura de Me voy de viaje ha sido aceptada y Logitravel nos invita a participar en su crucero para bloggers.

Una semana por el Mediterráneo para olvidarnos de los preparativos de los últimos días y relajarnos un poco. Curiosa e inesperada manera de celebrar que nos vamos.

El crucero incluye una parada en Túnez, así que nos vamos a tener que dar prisa en recuperar los pasaportes de la embajada de Siria en Madrid, donde nos estaban tramitando el visado.

Más detalles en el evento de Facebook.

domingo, 1 de junio de 2008

Sólo queda un mes

Empezamos a sentir que se acerca... 1 de julio, día D. Poco más de 4 semanas, 30 días. Que junio se acabe pronto para que comience nuestro viaje!! Más emoción que nervios, al menos de momento. Y muchas cosas aún pendientes. Primer destino: Egipto.