miércoles, 21 de abril de 2010

Costa Swahili (1ª parte)

Durante una semana aproximadamente estuvimos recorriendo la costa norte de Tanzania y la de Kenia, moviéndonos en transporte público terrestre. Toda una odisea que puso a prueba nuestra resistencia a los baches y largas horas en viejos autobuses, pero que mereció la pena ya que nos permitió descubrir una faceta diferente de estos países.


Mapa de nuestro recorrido por la costa Swahili:

Ver Costa swahili en un mapa más grande

Ida: Dar es Salam, Tanga, Mombasa, (Malindi), Lamu
Vuelta: Lamu, Watamu, Mombasa

TANGA

Desde la capital tanzana queríamos llegar a Mombasa. Ya no operaba ningún autobús directo así que hicimos una noche en Tanga para que el viajecito fuera más llevadero. Esta población del norte tanzano no suele aparecer en los itinerarios turísticos ya que no tiene ningún interés especial y quizá fue eso precisamente lo que nos pareció más atractivo.

Pudimos pasear entre sus calles con algunos edificios coloniales de la época alemana, sumergirnos en su céntrico mercado de alimentos, descubrir el revuelo que provocaba un espectáculo de circo que estrenaban esa misma noche e investigar en la ajetreada estación de autobuses como ir al día siguiente a Mombasa. Menos mal que somos precavidos y preguntamos varias veces por el horario. En Tanzania utilizan otro sistema, cuentan las horas desde que amanece de forma que las 6 a.m. son las 0 horas, las 7 a.m. la 1, las 12 a.m. las 6, etc. Realmente tiene bastante lógica pero a veces se equivocan al traducirlo a nuestra forma de contar el tiempo. Al principio nos dijeron que el autobús salía a las 6 h... Afortunadamente nos ahorramos un buen madrugón porque habernos levantado a las cinco y media de la mañana para coger un autobús que en realidad salía al mediodía habría sido bastante doloroso.



MOMBASA

En un cómodo autocar de Akamba hacemos el trayecto hasta Mombasa. Aunque salimos tarde, pasamos la frontera sin problemas y nos confirman que el visado de Kenia que hicimos al principio del viaje nos sirve. Por suerte no tenemos que pagar de nuevo. Justo antes de llegar a la ciudad tenemos que subir al ferry de Likoni y nos piden que corramos las cortinillas. Sólo vamos cuatro extranjeros en el autobús y no sabemos si es para protegernos de las curiosas miradas de los keniatas o al revés.

Llegamos pasadas las cinco de la tarde y nos pudimos bajar al lado del Beracha Hotel donde nos quedamos. Los bancos ya están cerrados y apenas tenemos chelines keniatas, menos mal que nos fían hasta mañana y cerca hay supermercados donde podemos pagar con tarjeta. Los comercios parecen mucho más modernos, la sensación nos recuerda a la misma que tuvimos cuando el año anterior cuando pasamos de Laos a Tailandia.

Durante dos días nos perdemos por sus callejuelas, paseamos por el casco histórico, el fuerte, vemos sus mezquitas, incluso un templo hindú. Cerca del puerto podemos entrar en la Leven House donde estuvieron Burk, Speke y otros tantos exploradores cuyas aventuras acabamos de leer en el libro de Reverte. Nos sumergimos en su mercado lleno de puestos de hortalizas y frutas que nos ofrecen para probar, además de todas las especias que hayamos podido imaginar.



Nos acercamos a la estación de tren para informarnos de los horarios y precios del trayecto hasta Nairobi. Nuestro siguiente paso tras conocer un poco más de la costa Swahili será viajar en el legendario tren lunático. Aunque la oficina está cerrada hay un cartel donde lo indican. Intentaremos estar de vuelta en Mombasa el jueves 30 de Julio para coger el tren.

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